jueves, 26 de septiembre de 2019

Desde la otra perspectiva

¿Quién no ha atravesado alguna tormenta o calamidad? ¿Quién no ha caído y ha sentido que no puede volver a levantarse? ¿Quién no ha experimentado el dolor de decisiones que jamás tomó y con ellas sentimos que la vida se nos fue y de repente todo careció de sentido?

Muchas veces hemos pensado que Dios de repente perdió el control de nuestras vidas, que estaba tan preocupado haciendo otras cosas, que nos perdió de vista y entonces la calamidad nos cayó encima.

Imagino a Job, el ignoraba las charlas que Dios y satanás tenían acerca de él.
Dios convencido que Job no sabía fallarle, satanás sostenía la teoría de que Job solo amaba a Dios por lo que poseía y por las bendiciones que día a día lo seguían.

Estoy segura que Dios tenía en mente 2 cosas:

1.- Mostrarle a satanás que aún cuando Job fuera un hombre, era capaz de amarle fiel y genuinamente, no por lo que Dios le daba, sino por lo que Dios era en su vida. (Obvio Dios conocía el corazón de Job y satanás no.)

2.- Dios quería transformar a Job.
Creo de alguna manera que Job quizá podría estar estancado en su vida, tenía una serie de actividades establecidas, se levantaba temprano, realizaba ofrendas y sacrificios por sus hijos, llevaba una vida cotidianamente normal, tan normal que se había vuelto rutinaria, así como nos suele pasar a nosotros, como cuando asistimos a la iglesia un domingo solo por ir, porque es parte de lo que hacemos.

De pronto un día como cualquier otro, las cosas comienzan a cambiar de manera súbita y las calamidades en la vida de Job no se hicieron esperar, sus hijos muertos, sus posesiones robadas, una tragedia seguía a la otra, pero nada de esto parecía quebrantar el espíritu de Job.

Viene una segunda charla entre Dios y lucifer, la apuesta sigue siendo la misma, ahora Job no solo había perdido sus posesiones y a sus hijos, su amada esposa lo maldecía, mientras una sarna caía sobre su cuerpo, deteriorando terriblemente la salud de Job, de aquí se desprende el resto de la historia.

Job, imagino que se sentó a analizar su vida detenidamente, intentando atinar en qué falló, sus “amigos” venían a hacerle presión para que confesara sus pecados y así terminará su castigo.


¿No ha dado muchas veces tu vida un giro de esta magnitud? Un día te levantas y de repente todo, absolutamente todo se complica, tus amigos te dan la espalda, la economía se viene abajo, tu salud comienza a decaer, tu matrimonio termina, pierdes a un ser querido.

Tu rutina se ve interrumpida, tus planes truncados, los proyectos de vida rotos ¿cómo puedo ver algo bueno en medio de todo esto? ¿Cómo puedo creer que Dios no perdió el control en medio de todo este caos?

Te recuerdo, Dios tiene una perspectiva muy diferente a la tuya. Cuando te diseñó en la eternidad, Él depositó en ti, sueños, anhelos, dones y propósitos, y el se encargará de que se cumplan.
Pero a veces llegan momentos en nuestra vida donde nos estancamos, tomamos malas decisiones, erramos en el camino, o simplemente perdemos el objetivo.

Cuando eso sucede, vienes Dios, y en su infinito amor te sacude, tiene conversaciones en el cielo que tú no has escuchado, apostando todo por ti... Y te saca de la jugada, te cambia los planes, rompe la rutina, y parece que el proceso no tiene fin, porque duele, porque no lo veías venir y no lo esperabas.

Porque debes detenerte y comenzar a realizar cambios en tu manera de hacer las cosas, porque debes observar desde otra perspectiva, desde los ojos de Dios.

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas nos ayudan a bien, esto es a los que conforme a su propósito han sido llamados. Romanos 8:28

Cuando Dios finalmente se reveló a Job, El jamás le dijo acerca de la conversación que sostuvo con satanás, Dios (libro de Job del capítulo 38 al 41) comienza a cuestionarle sobre su conocimiento acerca de la formación del mundo, en donde estaba el cuando él lo hacía, revelando así su ignorancia.

Cuando Job logra tener un cambio de entendimiento, su mente se aclara, y viene una de las confesiones más sinceras que he escuchado:

De oídas te había oído, más ahora mis ojos te ven. Job 42:5

Después de todo esto, Job fue RESTAURADO en todos los sentidos.

Aunque hoy no veas el propósito de todas las cosas que te suceden, recuerda que Dios siempre está en control, pero desea que veas las cosas desde otra perspectiva, quizás con más empatía, con más amor, con misericordia, quizá tu rutina te absorbió y perdiste de vista las promesas, o quizá te enfocaste tanto en tus problemas que dejaste de verlo a él, pero él no ha dejado de verte a ti, todo ayudará a bien, todo pasará, y así como Job entendió su propósito y pudo ver y conocer mejor a Dios, tú lo harás, sabrás que Dios no perdió el control, que te enseñó nuevas formas, que te dió nuevas estrategias, que te salvó de la derrota, aunque sentiste que fracasabas, y que ahora hay un nuevo sentido en lo qué haces, hoy damos gracias porque en sus planes, el sólo quiere cumplir su propósito en ti y lo harás.