viernes, 3 de agosto de 2012

Ungüento y Veneno

No pude decirte adiós, no pude abrir mi corazón a quién quería sanar las heridas que habías dejado, no pude desprenderme de tu recuerdo, ni del dolor que este me causaba, no pude simplemente borrar cada instante vivido, cada caricia, cada roce de tus labios.

Tantas memorias en mi mente, tu voz en mi cabeza haciendo eco, y tus repetidas apariciones en mis sueños... Arrancas suspiros desde lo mas profundo de mi ser, y es porque te amo, te amo en silencio, te amo a gritos desesperados, y te amo en medio de mis tormentas, donde en lo profundo de ellas hay calma.

Te pienso, te siento y espero algún día te vayas, que irónico y que contrario, tanta necesidad de tenerte cerca, y a la vez tantas ganas que estés lejos, a veces ungüento y a veces veneno, pero al final tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario