jueves, 14 de junio de 2012

Aquí una vez más...

Fin... Realmente creí que lo sería, estaba casi segura, pensé que tu ausencia (en esta ocasión me refiero al hecho de no verte más) habría sanado mis heridas, pensé que la aparición de un nuevo personaje en esta
historia sería capaz de volver abrir las puertas que tu habías cerrado, pero me equivoqué.

Aún no sé que duele mas, si el hecho de no poder enamorarme de quién realmente lo merece y se esfuerza por conquistarme, o no poder sacarte de mi corazón, no poder lograr que este amor que siento por ti termine.

Y todo comienza con sueños que se hacen realidad... Después de algún tiempo de no saber de ti, te soñé, sí como cada noche, pero esta vez había sentido la sensación de la realidad, me aferraba a seguir durmiendo para  seguir sintiendo tus brazos rodeándome, para seguir escuchando el latido de tu corazón, pero era tiempo de despertar, las actividades del domingo aguardaban por mi... Estaba a punto de partir, cuando un sonido algo peculiar hizo que mi piel se erizara y mi respiración se agitara, era el sonido de tu voz haciendo eco en todo ese lugar...

Y la realidad se hizo presente, los sueños dejaron de ser sueños, y con un cálido hola rompiste el silencio de aquella habitación, tu indiferencia había desaparecido, y tus desdenes dejaron de existir.

Después me di cuenta que el tiempo estaba encima, así que tuve que despedirme, y al hacerlo sólo sentí el roce de tus labios con los míos, un beso a medias, o sólo un accidente... Lo único que supe fue que ese accidente mantendría mi mente ocupada toda la tarde.

Pensé que ese había sido el final de nuestro encuentro después de tanta ausencia, pero al final del día y de manera inesperada tus labios y los míos volvieron a encontrarse, ya no fue un accidente...

Fue el inicio de... Quisiera saber de qué.

En fin, sin decir nada, sin saber nada, y sin preguntar nada, solo puedo decir que extrañaba el sabor de tus labios, aunque siento que una vez mas me va a doler...


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