Quisiera decir que te odio, pero no puedo, que te deseo todo lo malo que te pueda pasar, pero tampoco puedo... En mi corazón no dejaste espacio para eso, pues el dolor que me haz causado lo ha llenado todo, que ni siquiera puedo desearte mal.
¿Si ella te hace feliz? Disfrútalo, llenate de alegrías y comienza a escribir una nueva historia a su lado... Hazlo de tal forma que puedas olvidar todas las memorias que tu y yo construimos todos estos años, para que si algún día la soledad te llegara alcanzar, no quieras añorar el regresar.
Si, hoy me duele, y he sentido la muerte, he pensado que jamás me levantaré, que no podré salir de esta, y en medio de mi agonía y la miseria que ahora siento, sé que al pasar esto, lo mejor a mi vida está aún por venir.
Le he pedido a Dios que si algún día llegas a arrepentirte, no me deje saberlo, porque no quiero alegrarme al saber que yo tenía razón, que tu felicidad era temporal, que era solo brisa que el sol secó...
Que tu dicha sea eterna, lo deseo de corazón, porque a pesar de todo esto, fui yo quien se quedó con lo mejor de los dos...
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