Ha pasado ya algún tiempo, y aún no entiendo porqué no he logrado olvidarte... Es cierto no he dejado de verte, pero la lejanía a sido mucha.
Te pienso aunque me rehuso, no sé ni en que momento te metes así a mi mente, apareces de repente, y siento que aún se me va el aire.
He pedido, y he clamado a mi Dios olvidarte, pero no sales, no te vas, sigues ahí... Aún conservo el sabor de tus labios, y sueño con probarlos de nuevo, pero creo que no volverá a suceder, ¿Por qué? ¿Por qué todo tuvo que terminar así? Pero es que no podía permanecer así a tu lado, sabiendo que para ti no significaba nada, no pude permanecer ahí, sabiendo que para ti solo era un pasatiempo, fué por eso que decidí renunciar a ti, a pesar de que tenía la oportunidad de tenerte cerca, pero no lo haría bajo tus condiciones.
Sí, te pude tener cerca, pero tu corazón siempre estaría lejos de mi, aunque ¿sabes? Me quedo con la persona que conocí, la que me prestó la luna, la que me besó sin pedir permiso, la que me dijo que anhlaba compartir su vida con la mía... Sí, porque aún recuerdo todas tus palabras lindas, tus detalles, y prefiero recordarte así, y no como la persona que me hirió y que rompió sus promesas.
Ya ha pasado el tiempo, y aunque permanecemos distantes, en mi mente siempre hay un pensamiento para ti.
Por lo menos, tu indiferencia es menos, y de nuevo se cruzan las palabras.
Hoy te ví, y de nuevo suspiré...
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